Pardon-moi


Eres un triste poeta vagabundo,

loco que escribe arte para los perros.

Llevas una camisa que proclama:

“Soy arquitecto de mi propio destino”,

y aun así —ya lo saben todos—

los poetas egolatras nacemos pobres.


Y si alguna vez me recuerdas,

en el gris diluido de algún azul,

volverá quizá mi poesía,

esa que ya no miras

porque te ahogo,

porque te nombro demasiado.


Quisiera hablarte francés,

para que el sonido te devuelva

a tu vieja amiga

y a ese imperio de lírica azul.


Hoy se vaga entre la orina y el olvido,

entre la lágrima seca y la basura,

porque hace mucho

que no me sonríes.


Autora: Krizia Fabiola Tovar Hernández

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