Los niños perdidos


Era el primer respiro del cielo.

De su aliento, soy bruma de memoria:

incorpórea, suspendida, herida.

Para mis amigos… desaparecida,

sobre alguna costa de esa estrella de Nunca Jamás

donde los cuervos caen muertos.


La costa escarlata

envenena la espuma.

Los tréboles azules y blancos,

manchados de granate,

son epitafio y cripta

de una muerte que no importó,

una traición de guerra.


Artesana de versos deshilachados,

muere, pequeña hada,

entre cenizas de fantasías rotas

y veneno de serpientes enroscadas en lirios.


Pero entonces,

los niños con sus risas

despabilan a las aves de la muerte.

Sus alas tiemblan...

la luz del hada titila.

La luz de mi corazón.


Me miran y me sostienen entre sus palmas,

suaves como mariposas de agua.

Es aquel niño de ojos de cuervo

quien toca su guitarra,

y entre agua, música y poesía

me consuelan.


El secreto que ni al viento confié,

ni al amigo ciego que todo me perdona,

lo susurré temblando

a los niños de manos abiertas.


Les confieso el secreto imperdonable.

Y aún así, el brillo de sus ojos

no se apaga.

Tampoco muere el hada.

Ellos me siguen queriendo.

Y yo descanso en paz...


Autora: Krizia Fabiola Tovar Hernández nació en el Estado de México, en 1996. Algunos de sus escritos aparecieron en las revistas Reflexiones Alternas , Poetómanos, Prosa Nostra mx, revista enpoli, Teresa MAGAZINE, revista literaria pluma, pretextos literarios, revista hispanoamericana de literatura, revista literaria monolito, Más literatura, clan Kutral, vertedero cultural, circulo literario de mujeres, perro negro de la calle, el morador del umbral, La página escrita, La liebre de fuego, y El templo de las mil puertas, entre otras. Estudió la licenciatura en Ciencias Humanas en el Centro Universitario de Integración Humanística.









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