Cuervos

 Nuestras guitarras vuelan como dos aves

de luz ausente,

entre crepúsculos eternos.


Fueron tus manos,

y tus lágrimas aferradas a las cuerdas;

mis silencios, despertando.


Tu viento abrazandome  las alas,

el suave baile que me elevó al cielo

para volver a volar.


Sigue escribiendo como poeta,

sin hablarme de poesía...



Autora : Bello Cuervo

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