La lágrima fugitiva
Alguna vez,
el frío de una estrella me abrazó,
hasta que sus esquirlas de hielo
se clavaron en mis ojos.
A la primera lágrima,
soy ahora su fugitiva.
Me derramé dentro de esa lágrima.
Fui su cuerpo, fui ella.
Y al colgar del mentón,
te escondí mis secretos.
Empaqué mis cartas. Mis poemas.
Entonces me secaste.
No te pido perdón.
No te debo ni quebrantos.
No me desgasto en excusas
por convertirme en un sollozo espectral,
lejano, irreal,
una lágrima fugitiva,
libre de tu pupila.
Una despedida sin eco.
Me fui:
etérea,
viento,
sola,
gitana.
Escapé.
Y no dolió el paso.
No conservas privilegios
a mirar esta lágrima fugitiva.
A mirarme.
A verme ser hoy inmenso mar.
No recuerdo el aroma de tu casa.
Ni tus pecas.
Ni el color nuevo de tu cabello.
No recuerdo el frío.
Solo recuerdo el comentario cruel
disfrazado de honestidad.
El insulto bien dicho.
El desprecio educado.
Solo recuerdo
el sabor a azúcar
en el agua de mi lágrima fugitiva.
He perdido la coordenada
de tu constelación.
Pero hace tiempo
que dejé de mirar tu astronomía.
Sé que no te extraño.
No se extraña
lo que ya no ocupaba su derecho.
Aunque alguna vez
me amaste demasiado.
Y sé también
que ambas llevaremos esa cicatriz.
La lágrima eterna.
Hermana.
La pérdida. La muerte.
El mismo nombre.
Autora: Bello Cuervo
Semblanza: Krizia Fabiola Tovar Hernández nació en el Estado de México, en 1996. Algunos de sus escritos aparecieron en las revistas Reflexiones Alternas , Poetómanos, Prosa Nostra mx, revista enpoli, Teresa MAGAZINE, revista literaria pluma, pretextos literarios, revista hispanoamericana de literatura, revista literaria monolito, Más literatura, clan Kutral, vertedero cultural, circulo literario de mujeres, perro negro de la calle, el morador del umbral, La página escrita, La liebre de fuego, y El templo de las mil puertas, entre otras. Estudió la licenciatura en Ciencias Humanas en el Centro Universitario de Integración Humanística.
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