La sirène bleue (saga rosa azul)

Cuerpo de sal 

cuerpo de lágrima

por la espuma de ola

 arribó a nueva vida,

encontró mano amiga

el príncipe del mar, fils de la nuit.

 

¿Acaso no has escuchado la leyenda de la rose bleue?

La descubres al cruzar aquellos rosales de plata colgantes,

cantarinas de tristes melodías muy cerca de la luna,

es él quien la protege, el hijo de un sueño de la noche.

 

Y no sé acomodar estos versos bailarines sobre burbujas

¿Cómo explicarle que se tropiezan

porque se vuelven como niños frente a él?

Bellos como cisnes,

¿Los leerás o romperás ahora con esta confesión?

 

¿No confía en mí? ¿No me creerá?

Quisiera hacer saber a mi amigo

que su sonrisa los ilumina como luz de teatro,

¿mas he perdido su confianza?...

 

No me creerá porque escribo tantas historias

 de vidas que no recuerdo,

 he llorado buscando un reloj de arena,

un octavo océano que me regalé de nuevo nuestro principio 

una oportunidad…

 

Lo siento lejano,

por allá donde está la rosa azul

hay nueve mares congelados entre los dos

¿dará otra oportunidad

para volver a beber vino azul juntos?

 

Como el abril pasado cuando le conocí

no me atrevo a nadar hacia él,

¿volvería a darme su mano?

Cuida celoso su mar,

el hijo de la noche.

 

Y es que me miras en mi edad dorada

a mis poemas nadando por el mundo

como delfines rosados bailando 

entre blanco y azul, entre viento y agua,

no me creerías porque he escrito otras historias

donde evoco vagamente cuervos.

no sé si aún quieres leerme...

has dejado de leer mis cartas lo he notado,

no miras mis estrellas y me ocultas las tuyas.

 

Quisiera que estos versos no los sintieras

de cristal corriente y astillado 

cuando acaricies las yemas de mis dedos, 

versos de tu amiga la sirène bleue

versos honestos que pueden derramarse en sentimientos

y sombras frente a ti. 


Yo, no comprendo su aura de misterio

aunque soy su alquimista,

¿porque la gente disfruta

la historia de la rose bleue?

Quizá, tan solo quizá,

por ser poemas de alma de sol y alegría,

mas desconocen que este primero,

es escrito con la melodía triste y plata de aquellos rosales

que cubren y esconden el azul, 

estos versos pierden el equilibrio.

 

La sirena azul que escribe poemas

para fils de la nuit,

no se los entregaré en la mano esta vez

 me mira como fuego contra sus navíos,

este poema llegará a él en botellas, ¿llegará?

¿Así volverá a confiar en mí?

 

Ahogo tu rosa y retrocedes;

no sabes si confiar

porque no me has visto actuar libre du péché

se tropiezan de sus suaves burbujas los versos

de la sirena azul en una nueva sal,

rocosa y áspera

sal rocosa y áspera.

 

Guardo la distancia

para que florezca libre tu rosa azul

mas no sé qué escribirte esta noche

para que vuelvas a creer en mi poesía

y sepas que llevará solamente tu nombre

incluso después de fallecer

la sirena azul y el hijo de la noche

mi amigo, fils de la nuit.

 

 

Autora: Krizia Fabiola Tovar Hernández

 

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