Reforma, mi profecía


Artemisa bajó el arco

el oro se derretía de su cuerpo

extinguiéndola en el dolor,

una flecha con tu nombre

sació su filo con sangre,

cambió su nombre por Diana.

¿Así debería actuar?

Cambiarme el nombre,

y si es posible la vida entera,

al fin soy libre de Viaducto,

al fin soy libre de Reforma,

y la libertad jamás dolió tanto,

y la libertad jamás fue tan hermosa.

Hago suposiciones sobre sus derrotas

en guerras e independencias

contra ángeles dorados

nuestro final terminó condenado,

cumplida mi profecía,

y se derrumbó en una banca de Hamburgo,

lloró por los cuervos caídos,

por que jamás volveré a amar de esa manera,

como ella amaba a Apolo,

como yo te amaba a ti.

Me perdí en Reforma,

y cada dorado me condenaba

al exilio,

es verdad que ya no te amo,

pero es verdad no volveré a amar así,

como Artemisa amaba a Apolo,

como tú me querías a mí,

como yo te amaba a ti,

es verdad que no quiero un hijo de otro,

me cambio la vida y el nombre,

como Artemisa, como Díana,

y tendrán que volverme a conocer.

Soy libre de Reforma,

soy libre de ti.

Autora : Krizia Fabiola Tovar Hernández


Comentarios

Entradas más populares de este blog

SAMUEL

Libre du péché

EL AMANTE DEL CUERVO