Minuto 28
En la parada San Ángel
perdí el tranvía de los suicidas
para reencontrarme con mi poeta,
nuestra cita pendiente,
21:27,
el reloj avanzó al minuto 28…
La hermosa mujer de vestido blanco presentía
que en la constelación veintisiete
del lejano Saturno yo perecería,
por perder en las montañas el más puro amor,
de una traviesa y fiel Colmillo Blanco,
en mis versos sembró bellos frutos entonces.
Su perfume a tinta de papel,
sus rugosas mejillas,
me sostiene firme de su mano,
mis poemas vuelan por el continente,
¿al bello cuervo conocerás?
Minuto veintiocho,
horizonte tan azul como aquella rosa
la melodía de su luz viene del oleaje,
el colibrí zurdo no para de alumbrarme
tampoco con su corazón,
¡me están leyendo poetas y musas!
La hermosa mujer vestida de blanco
cruza por mi memoria un minuto
frente al tranvía,
ancestral mensajera, me entrega el poema
escrito con una rosa plateada por el poeta
me salva de otra muerte,
parece que no existe una playa de mi sangre,
perdoné las traiciones y olvidé sus rostros.
No es momento de detenerse
frente a mi agitada respiración
tampoco tomaré tranvías equivocados
o daré pasos en falso,
algún día escribiré con tinta de luna,
mas aún debo colgarme del último suspiro,
hasta el último intento.
Ni un minuto menos, ni un minuto más,
es el minuto justo,
a pesar de las heridas abiertas en mis manos
me sostengo valiente de aquel suspiro de luna,
a pesar del fuego frío del abandono que tanto temo,
te prometí cambiar el final de tu cuervo posado en la estación,
el reloj suena y avanza, me haré más vieja por ti,
minuto veintiocho…
Krizia Fabiola Tovar Hernández, nació en el Estado de México-
México. Desde hace ocho años publica en revistas digitales principalmente
poesía, cuentos y ensayos literarios, actualmente es miembro de Grammata escritores donde participa en
el programa paranormal asimismo pertenece a la Comisión Internacional
Especializada en Literatura, Arte y Cultura a cargo de Editorial Nueva Pangea.
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