¡Samuel, yo te amo!
Estallaron lunas
doradas
y sangraban rosas
plateadas
en cada latido
gritando a las 3 de la madrugada
Samuel…
Bloqueaste entradas y
salidas
de aeropuertos y
avenidas,
¿el exilio me buscabas?
¿Samuel?
El cuervo volaba
llorando de noche
el hueco de tu nombre,
Samuel…
Tejí trucos y mentiras,
la oscuridad de la
mañana
pronto pequeños soles
plateados brillaban,
y tu nombre
nadando por el asfalto,
Samuel …
Lomas Verdes,
El metro de la Ciudad
de México,
Viaducto,
Samuel …
Tomé el metro a las 6
de la mañana,
Viaducto es donde encuentro
todas mis flores
esqueleto,
debo soltar toneladas
de ellas,
sus cadenas tatuadas en
la piel
como tu nombre, como tu
cuerpo,
Samuel…
No puedes predecir la
locura de una poeta torturada,
flores esqueleto volviéndose
esquirlas de diamantes,
incrustadas en mi
garganta
flores y diamantes que
manchan
con mi sangre tu
nombre,
Samuel…
Llego a tu casa en Viaducto
te confronto y te encandilo,
te quiebro la armadura
revelando tus secretos,
y se estrellan olas de
un mar fúrico
implorando el deseo por
tu sexo,
Samuel …
Y Viaducto se transforma
en Paris,
y tú, un caballero
revolucionario,
y yo, una mujer llamada Eponine
y soy tan miserable
como ella,
y sin poder gritar
antes de que te marches…
¡Samuel, yo te amo!
Tomas entre tus frías
manos
al fuego de mis
pesadillas,
de perderte en mis
inviernos eternos,
volverte piedra de
memorias
¡Samuel, no te marches!
Tus
ojos brillan escarlata,
mariposas
de lágrimas
atrapadas
en su jaula,
flores
esqueleto despojadas
a
medio día en nuestra lluvia,
¡Samuel,
yo te amo!
Te pido razones para
quedarme,
te pido razones para mi
exilio,
te pido no me dejes
marchar
aunque te repita mil
adioses,
¿Quién soy para ti?
Qui sommes-nous?
¿Samuel y yo?
¿Te abandono o me
buscas?
¿Me quedo o me voy?
De Viaducto a Reforma,
voló un cuervo sobre
los dos
y todas mis flores
esqueleto liberó
¡Samuel, yo te amo!
De Viaducto a Reforma
me aferró a tu brazo,
nuestros fantasmas
en el patio de
secundaria
no predijeron la forma de
las nubes
de nuestros besos por
el cielo
solo tenemos 27,
y no se imaginaría mi
inocente fantasma,
que iría a buscarte y
confesaría…
¡Samuel, yo te amo!
Percibo el aullido tus
miedos
por el graznido de mis
cuervos,
sentados en una banca
en Reforma,
jugando a tratados y
ajedrez,
de aquellos que solo
los amantes conocen,
regando te amos para
Samuel por doquier.
Firmamos el pacto,
promesas y trucos,
contradicciones y un
perdón,
nadie se quiere marchar,
Samuel no me quiero ir,
ni de Viaducto, ni de
Reforma,
tampoco de tu país…
Te hablo de un primer
sol
que a mis cuervos nunca
conoció,
confesándote después
que tu cama al mojar
fui la viuda que se
desvistió
el luto por un poeta
y el segundo sol se
extinguió,
toneladas de flores
esqueleto
volaron como el cuervo
al gritar por fin
¡Samuel, tú eres mi
tercer sol!
¡Samuel, yo te amo!
De Viaducto a Reforma,
Samuel, yo te amo…
Semblanza: Krizia Fabiola Tovar Hernández nació en el Estado de México, en
1996. Algunos de sus escritos aparecieron en las revistas Reflexiones Alternas , Poetómanos, Prosa Nostra mx, revista
enpoli, Teresa
MAGAZINE, revista literaria pluma, pretextos literarios, revista hispanoamericana de literatura,
revista literaria monolito, Más literatura, clan Kutral, vertedero cultural,
circulo literario de mujeres, perro negro de la calle, el morador del
umbral, La página escrita, La liebre de
fuego, y El templo de las mil puertas, entre otras. Estudió la licenciatura en Ciencias Humanas
en el Centro
Universitario de Integración Humanística.
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